El siglo XXI inicia con una nueva visión del Derecho. Luego de andar a gachas durante un largo trecho por el peso de la testarudez del ser humano de soportarlo únicamente en la razón, en los albores de este milenio el Derecho comienza a levantar la mirada, revelando en hermosa perspectiva la lógica natural de su existencia, reintegrándose al orden natural y reencontrándose con el punto de fuga de su actividad correctiva, formadora y perfeccionadora: El ser humano. (Javier A. Rodríguez G.)